No se sorprenderá nadie si decimos que, donde hay conexión a Internet, hay piratería. O al menos, la posibilidad de encontrarnos con ella.
Con el paso de los tiempos los cyber-delincuentes van abandonando, muy poco a poco, sus tradicionales cotos de caza y buscando otros nuevos. Los ordenadores la sufrieron a través de las páginas pornográficas, el correo electrónico y las redes p2p, las descargas falsas y las páginas infectadas con malware, o aquellos virus que permiten que nuestro ordenador sea controlado a la distancia. La lista de técnicas es casi infinita. El aumento de la seguridad y las nuevas regulaciones de algunos sectores (como el del juego online, cuyas páginas, como Botemanía por ejemplo, deben adquirir la consiguiente licencia para operar conforme a varios requisitos, entre otros, la seguridad de la misma página) han hecho que estos amantes de lo ajeno busquen nuevas opciones de lucro, y lamentablemente, los nuevos dispositivos como Smartphones y Tablets son un regalo caído del cielo.
De ahí la alarma generada por la noticia que nos ocupa: El ransomware empieza a ser un problema para todos los dispositivos de android. La configuración abierta del sistema de Google favorece este hecho, pero ¿Qué es exactamente el ransomware?
Básicamente no referimos con este término a un tipo de software malicioso que secuestra el control de nuestro dispositivo y nos exige el pago de un rescate para poder devolvernos dicho control. Lo que se conoce como extorsión pura y dura.
Esta actividad, que ha sido muy común en los ordenadores, salta ahora a los Smartphones y las Tablets, y está causando estragos, pues no hay más que dos opciones: Pagar, y confiar que cumplan su palabra, o resetear el teléfono, perdiendo toda la información contenida en el mismo.
La mayoría de estos ataques se realizan a través de falsas aplicaciones que se descargan de sitios no seguros. Un ejemplo de esto fue “Android.fakedefender”, un supuesto antivirus con el que podían controlar nuestro teléfono de manera remota, haciéndolo actuar de un modo extraño y errático y acceder a todos nuestros datos.
Desde Google advierten que lo mejor es descargar las aplicaciones únicamente desde Google play, única página desde la que ellos tiene control total, pues fuera no existe dicha seguridad (algo que no ocurre con Apple y iPhone, por ejemplo). También es posible descargar algún antivirus de calidad, aunque lo mejor, como siempre, es la cautela: Evitar páginas de descarga desconocidas y consultar foros para descubrir posibles referencias negativas.